Se trata de un trabajo conjunto entre el Ministerio de Salud, investigadores de la Fundación Miguel Lillo y funcionarios de la Municipalidad de Lules.
El ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, mantuvo una reunión con la intendente de Lules, Marta Albarracín, con investigadores de la Fundación Miguel Lillo y funcionarios de la Municipalidad de Lules. En la misma se presentó el proyecto de incorporación de la quinoa como alimentación para los niños de las escuelas.
Albarracín comentó que hace menos de un mes el gobernador Osvaldo Jaldo les dijo a todos los intendentes que se ocupen de la parte nutricional de los niños en edad escolar.
«Es por eso que estos meses estuvimos trabajando en esto y que gracias a Dios sumé a mi gestión al biólogo Juan González, quien fue el que hizo un estudio de la semilla de la quinoa. El ministro de Salud nos recibió con un compromiso excepcional, por lo que traje a la Fundación Miguel Lilllo para contarle de este proyecto relacionado con la nutrición de los niños», indicó, a la vez que adelantó que en menos de un mes estarían haciendo el lanzamiento de este proyecto.
El presidente de la Fundación Miguel Lillo, José Frías Silva, explicó que junto a la Municipalidad de Lules este proyecto Quinoa viene a aumentar un suplemento importante en la nutrición de los niños: «Esto revoluciona la alimentación. Además, con esto estamos creando un nuevo cultivo que puede aplicarse en distintas partes de la provincia y así llegar a todos los niños de Tucumán”.
Frías Silva manifestó que este plan es importante para el desarrollo de los chicos, ya que es un producto de fácil llegada y asimilación.
El director general de Investigaciones de la Fundación Miguel Lillo, David Flores, destacó que la idea es que el piloto se aplicará primero, en pequeña escala, en las escuelas: «La quinoa es una planta que tiene muchos beneficios a la salud, por lo que es una excelente oportunidad para aplicarla en las mismas».
Por su parte, el biólogo Juan Antonio González explicó que la quinoa es un grano milenario de origen andino, que posee todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita, sobre todo en niños.
«Con 50 gramos de quinoa, que es equivalente a tres cucharadas soperas, se satisfacen los requerimientos nutricionales de un niño durante el día», sostuvo.
En este sentido, la Municipalidad de Lules se interesó en hacer una experiencia previa, sobre todo con celíacos, porque la misma no posee gluten.
El biólogo indicó que, de acuerdo con las últimas estadísticas, por cada 100 niños 20 tienen problemas de celiaquía. «Nuestro objetivo es superar la escala al ir a más escuelas y así poder dar una buena nutrición a los niños. Planeamos implementarla a través de barras energéticas, también en el arroz con leche, reemplazado el arroz por la quinoa; y por último cereales».
María Inés Mercado, investigadora del Instituto de Morfología Vegetal de la Fundación Miguel Lillo, contó que este proyecto data de 1983 y que actualmente están haciendo investigaciones de cultivo de quinoa en distintas regiones de la provincia: «Esto nos permitirá tener una producción local para poder volcarlo en alimentos beneficiosos para la salud».