En varias órdenes ejecutivas, el presidente de EE.UU. también ha premiado a los antivacunas de la covid-19 que fueron dados de baja de las Fuerzas Armadas con su reincorporación con pago retroactivo.
Donald Trump sigue gobernando EE. UU. a golpe de órdenes ejecutivas, que se producen a un ritmo trepidante. En las últimas firmadas, ha decretado una reestructuración del Ejército estadounidense, que incluye la exclusión de personas transexuales o la reincorporación con pago retroactivo de los miembros que fueron dados de baja por negarse a vacunarse contra la covid-19. Además, y según publica The Washington Post, ha despedido al funcionariado que le investigó por haberse llevado documentos clasificados de la Casa Blanca y por los intentos por revertir los resultados de las elecciones de 2020.
En opinión del mandatario, «la búsqueda de la excelencia militar no puede diluirse para dar cabida a agendas políticas u otras ideologías perjudiciales para la cohesión de la unidad», si bien «recientemente las Fuerzas Armadas se han visto afectadas por una ideología de género radical para apaciguar a activistas que no se preocupan por los requisitos del servicio militar, como la salud física y mental».
Así, ha indicado que «la adopción de una identidad de género incompatible con el sexo de una persona entra en conflicto con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado».
Por otro lado, ha eliminado los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés), al considerar que estas acciones «socavan» la meritocracia y «las conciencias de los estadounidenses al participar en una discriminación racial y sexual odiosa». «Ningún individuo o grupo dentro de nuestras Fuerzas Armadas debe ser preferido o desfavorecido por motivos de sexo, raza, etnia, color o credo», ha concluido.
El inquilino de la Casa Blanca ha firmado un decreto por el cual readmitirá a aquellos militares antivacunas a modo de «reparación», después de que en 2021 se ordenara que todos recibieran la vacuna y en 2023 se les rescindiera el constrato, lo que era «una carga injusta, excesivamente amplia y completamente innecesaria».
Por último, el mandatario ha ordenado construir un sistema de defensa inspirado en el modelo israelí, la Cúpula de Hierro, al sostener que «la amenaza de ataque con misiles balísticos, hipersónicos y de crucero, así como otros ataques aéreos avanzados, sigue siendo la amenaza más catastrófica que enfrenta Estado Unidos».
En otro ámbito, y según avanza el diario The Washington Post, Trump ha ordenado despedir a quienes, desde el Departamento de Justicia, trabajaron en el equipo que le investigó en el caso de los documentos clasificados de la Casa Blanca y en el de las injerencias en las elecciones de 2020.
El fiscal especial encargado de la investigación contra Trump, Jack Smith, creó un equipo de al menos 40 abogados en noviembre de 2022. Trump acabó imputado en los dos casos, pero ambos fueron dados por terminados después de la victoria del candidato republicano. El diario asegura que los empleados afectados desempeñaron un rol significativo en los casos, pero no ha facilitado la cifra del personal despedido.
La noticia se da a conocer el mismo día en que, según la cadena CNN, el Departamento de Justicia ha lanzado una investigación contra los fiscales que estuvieron al frente de los casos penales contra acusados del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.