El primer ministro Al Jalili ha mostrado su disposición a permanecer en el puesto, con los miembros de su Ejecutivo, hasta el traspaso de poderes.
Tras la caída del régimen de Bachar al Asad, Siria afronta un futuro incierto con todas las miradas puestas en torno a la transición.
Los insurgentes, con el líder Abu Mohamed al Jolani a la cabeza, iniciaron el pasado 27 de noviembre su amplia ofensiva desde el noroeste sirio contra Al Asad, y lograron controlar en apenas once días las capitales de las provincias de Alepo, Hama y Homs antes de declarar Damasco libre ayer, domingo.
En un escueto mensaje en su cuenta en Telegram, la coalición insurgente islamista ha pedido este lunes a los millones de sirios que se vieron forzados a abandonar su país a regresar para «contribuir a la construcción del futuro». Tras su toma del poder en Siria, ha lanzado varios comunicados en los que ha prometido tolerancia hacia los seguidores de diferentes sectas y confesiones en el país, y ha advertido a sus miembros para que eviten los maltratos o las agresiones a los civiles.
El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, mostró ayer su disposición a permanecer en el puesto, con los miembros de su Ejecutivo, hasta el traspaso del poder a una nueva dirección del país para evitar el colapso de servicios básicos.
En este contexto, reafirmó que «existe una coordinación para reunirme con los dirigentes de las operaciones militares (del HTS), y no hay objeciones para encontrar a Abu Mohamed al Jolani», máximo líder de la alianza islamista.
Israel ha aprovechado la caída de Al Asad para bombardear objetivos militares del régimen en Damasco, incluyendo aeropuertos militares y almacenes de armas, según han denunciado medios sirios y grupos de activistas.
Además, Israel desplegó ayer sus tropas en el área desmilitarizada de la frontera, dentro del territorio de Siria, y ordenó a la población local de cinco municipios, incluida Quneitra, la capital de la provincia, quedarse en casa por seguridad mientras se enfrentaba a los insurgentes. El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, ha asegurado este lunes que la presencia de tropas israelíes en la zona desmilitarizada en territorio sirio es «limitada y temporal», un paso necesario por razones de seguridad ante la confusión que reina en Siria tras la caída del régimen de Bachar al Asad.