Portugal: Detienen a un hombre bomba que quería matar al líder de la ultraderecha

En Europa la violencia contra los políticos no ceja. Este jueves (23/05) la Policía de Seguridad Pública informó la detención de un hombre que amenazó con hacer explotar una bomba en la sede nacional del partido de extrema derecha, Chega, en Lisboa, Portugal.

Chega es liderado por André Ventura que en ese momento se encontraba en Funchal, la capital del archipiélago de Madeira, donde se celebran actos de campaña de cara a las elecciones regionales de este domingo (26/05).

Según los medios locales, el sospechoso irrumpió en el lugar, preguntó por el líder y afirmó que portaba una mochila con explosivos y que «iba a colocar una bomba en el edificio».

Varias dotaciones de la Policía acuerdo al lugar, acordonaron la zona, evacuaron el edificio cerraron el tráfico de personas y vehículos y activaron el servicio de desactivación de explosivos; finalmente lograron inmovilizar esta persona que, según el superintendente de la Policía portuguesa, podría padecer problemas mentales.

Tras la noticia, el propia Ventura manifestó su desconcierto a la prensa. “Esto es una amenaza de bomba y no tengo mucha más información. Me notificaron que alguien había entrado o intentado entrar en nuestra sede y que dijo que llevaba un artefacto explosivo y que quería matarme”.

Y concluyó: “Es lamentable que esta escalada de violencia pueda continuar. Vamos a reevaluar nuestra propia seguridad que tenemos en la sede”.

Violencia política en Europa

Este acontecimiento sucede al intento de magnicidio contra el primer ministro eslovaco, Robert Fico, nacionalista de izquierdas, en la localidad de Handlová, en el centro del país, donde recibió disparos que lo pusieron al borde de la muerte. Aún se está recuperando.

Chega en un comunicado paralelo responsabilizó por este tipo de actos al «clima de odio y de cancelación creado por la extrema izquierda durante las últimas semanas».

Pero semana tras semana continúan los ataques a políticos tanto de izquierdas como de derechas, una dicotomía que ya resulta anticuada en un mundo más complejo. Una oleada de violencia contra políticos sacude a Alemania. Partidos de gobierno y oposición han pedido a la policía que redoble la protección de políticos y mítines electorales.

El primer ministro eslovacoRobert Fico fue atacado y casi muere.

El político que sufrió el más brutal de los ataques en el último tiempo fue el eurodiputado del Partido Socialdemócrata (SDP) de Scholz, Matthias Ecke, quién acabó hospitalizado luego de que cuatro adolescentes lo patearan y golpearan mientras pegaba carteles partidarios en Dresde para los comicios del mes que viene al Parlamento Europeo.

En varios países de Europa vemos cómo la violencia está asentándose como instrumento de expresión de la aversión hacia el partido opuesto, hacia quien piensa diferente. Sociedades polarizadas dominan la escena política a medida que los votantes abandonan los partidos tradicionales y apoyan en masa a movimientos marginales y radicales.

Aparte de la violencia y la grieta, los ataques comparten un elemento central: se ejecutan en un periodo próximo o posterior de las elecciones.

Chega en Portugal

El partido de la extrema derecha, Chega, fue uno de los vencedores en las pasadas elecciones parlamentarias de marzo en las que pasó de apenas una docena de escaños a medio centenar, consolidándose así como tercera fuerza de la Asamblea, con un 18% de los votos.

Chega fue creado en 2019 por André Ventura, pasando de 12 a 50 diputados en las elecciones de marzo. El ascenso de la extrema derecha se produce en un momento en que Portugal cumple 50 años desde el derrocamiento de la dictadura de derecha.

Como Javier Mieli en Argentina, el éxito en las elecciones de Chega se debió a que explotaron las redes sociales para llegar a los jóvenes, que ignorantes y lejanos de las peores atrocidades de la derecha del país y con poca formación educativa, se dejaron conquistar. Entendieron el apoyo a Chega como un voto contra el sistema.

Según una encuesta a pie de urna del Instituto Universitário de Lisboa (ISCTE), Chega quedó en segundo lugar, con un 25%, en el grupo de edad de 18 a 34 años.

Chega es considerado un partido radical de derecha y mantiene una buena relación con fuerzas populistas de similar ideología en el resto de Europa (VOX en España, Agrupación Nacional en Francia y Lega en Italia). Ventura defiende una Europa «de matriz cultural y cristiana y de identidad, frente a la inmigración descontrolada».