Este lunes (22/4) Polonia se mostró dispuesta a albergar arsenal nuclear de Estados Unidos en su territorio para reforzar la seguridad del flanco oriental de la OTAN.
La OTAN y Rusia pareciera estar preparándose para una 3era guerra mundial. Estados Unidos y Rusia se encuentran en la peor crisis de relaciones desde la Guerra Fría en medio del creciente arsenal mundial de armas atómicas.
La escalada de violencia entre el Occidente y el Eje Rusia-China-Irán por la guerra en Ucrania, y el conflicto del mundo extremista musulmán con Israel en Oriente Medio anuncian un alarmante futuro cercano.
En diálogo con el diario ‘Fakt’, el presidente polaco Andrzej Duda, expresó: “Si nuestros aliados deciden colocar armas nucleares incluso en nuestro territorio (…) estamos preparados para ello. Formamos parte de la Alianza y también tenemos obligaciones al respecto, lo que implica que ponemos en marcha una política común”.
Sus declaraciones acontecen en medio de la progresivo militarización rusa del distrito de Kaliningrado y la recolocación del armamento nuclear en Bielorrusia.
Duda reconoció que este despliegue de armas forma parte de las negociaciones entre Polonia y Estados Unidos y recordó la existencia del programa Nuclear Sharing, que permite a Estados Unidos colocar su armamento nuclear en países de la OTAN que no posean este tipo de armas.
Hay 100 armas nucleares tácticas en Europa y Turquía. Las cargas que van de 0,3 a 50 kilotones para las bombas B61-3 y B61-4 están almacenadas en seis bases en Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía.
Rusia responde a Polonia
Inmediatamente el Kremlin salió a responder a Polonia. El secretario de prensa presidencial, Dmitry Peskov, expresó: «Los militares, por supuesto, analizarán si se aplica. Creo que, en cualquier caso, tomarán todas las medidas de represalia necesarias para garantizar nuestra seguridad».
Rusia, reiteradas veces, ha repudiado la expansión de la OTAN en los alrededores del Mar Báltico y advertido por un inminente enfrentamiento militar.
Moscú dejó en claro en varias ocasiones que no dudará en tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad y sin importar posibles consecuencias más duras que en la Segunda Guerra Mundial.
Según los nuevos datos publicados por el Instituto Internacional de Estocolmo par la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), el gasto militar en Europa central y occidental es superior al del último año de la Guerra Fría.
El viejo continente ha experimentado un aumento generalizado del gasto militar desde principios de 2022, alcanzando un total de 552.000 millones de euros en 2023.
Polonia fue el país europeo que más aumentó proporcionalmente su gasto en defensa entre 2022 y 2023, destinando el 3,8% de su PIB a defensa en 2023, todavía por debajo de su objetivo declarado del 4%.
Simulacros de la OTAN
En marzo la Organización del Tratado del Atlántico Norte efectuó uno de los mayores ejercicios militares a gran escala en las zonas más septentrionales de Finlandia, Noruega y Suecia, conocidas como ‘Respuesta Nórdica 2024′, luego de la adhesión de Estocolmo a la OTAN que convierte al Báltico en su “mar interior” rodeado de países miembros.
Este ejercicio militar fue un preparativo del masivo simulacro militar que incluye 90.000 soldados, 80 aeronaves, incluyendo F35s, FA18s, Harriers, F15s, helicópteros y aviones no tripulados, más de 50 activos navales, y más de 1.100 vehículos, el llamado “Steadfast Defender «. Este último simulacro se centra en un posible ataque de una coalición liderada por Rusia a un país de la OTAN.
Vladimir Putin advirtió por una guerra nuclear si la OTAN sigue con sus maniobras provocativas. El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov en un mensaje en vídeo dirigido a los participantes en la Conferencia de No Proliferación de Moscú, afirmó que Occidente “está al borde de un choque militar directo entre potencias nucleares”.
El campo de seguridad internacional está en crisis; los sistemas de control de armas, desarme y no proliferación nuclear, degradados. La suspensión por parte de Moscú del tratado New Star (Strategic Arms Reduction Treaty) con Washington en febrero de 2023 fue el más significativo.
La región del Mar Báltico se ha transformado en una zona de rivalidad militar; las consecuencias de un eventual enfrentamiento directo entre la mayor potencia nuclear del mundo y los países occidentales podrían ser devastadoras para la humanidad.