En pocas semanas está previsto que la petrolera estatal YPF y la Compañía General de Combustibles (CGC), del grupo Corporación América, inicien la fractura del primer pozo de exploración profunda de la denominada segunda Vaca Muerta del país, mucho más al sur de la Patagonia. De esta manera, si bien actualmnente más del 50% de la producción de gas y petróleo del país proviene de los desarrollos de Vaca Muerta, la formación shale que capitaliza Neuquén, hoy los ojos de la industria siguen de cerca lo que sucede en Santa Cruz, en la formación Palermo Aike.
Allí comenzará a fracturarse en pocas semanas el primer pozo horizontal hacia Palermo Aike y habrá que esperar al menos medio año para conocer sus resultados del primer pozo a Palermo Aike.
Los trabajos corresponden al memorandum de entendimiento firmado entre YPF y CGC para trabajar en conjunto en la exploración de esta formación shale que se ubicaría en potencial, justo debajo de Vaca Muerta.
Potencial cercano al de Vaca Muerta
En concreto, los trabajos se centran en el sector Cañadón Deus de la concesión El Cerrito, en donde las firmas realizaron el primer pozo netamente destinado hacia la formación shale. La perforación descendió hasta una profundidad cercana a los 3.750 metros e incorpora una rama lateral horizontal de 1000 metros.
Este es el primer pozo perforado desde un inicio con destino a la formación shale del sur del país, ya que hasta el momento los resultados exitosos que tuvo CGC en sus áreas correspondieron a lo que en la industria se define como ‘re-entry’, es decir el reingreso a pozos ya perforados para redirigirlos o fracturarlos con un destino diferente al original, en este caso hacia Palermo Aike.
El caudal de gas y petróleo obtenido es lo que ahora se busca evaluar en detalle en este primer pozo netamente shale que en pocas semanas será fracturado, dando luego de esto paso al inicio del período de testeo que, desde las empresas ya se anticipó que no será corto.
El estudio de un pozo exploratorio de este tipo, que además se estima que tendrá un costo realmente alto de US$28 millones, suele extenderse por no menos de medio año. En ese plazo se estudian los caudales, las variaciones que pueda mostrar entre la producción inicial y la registrada pasados los primeros 90 días y más importante aún, su curva de declino.
Estas características son las que determinarán si se trata de una formación que puede explotarse de forma intensiva, como se hace en Vaca Muerta, en donde un pozo promedio de petróleo tiene un costo de unos US$10 millones y una producción total estimada en los 2 millones de barriles.
Los pozos actuales de Palermo Aike
De acuerdo a la planificación inicial realizada por YPF y CGC, informa el sitio ‘Energía On’, este primer pozo tendrá unas 20 etapas de fractura que se realizarán con un espaciamiento de unos 50 metros, en la rama horizontal del pozo.
Las fracturas o fracking, se realizan inyectando arena y agua a alta presión, generando una suerte de canales en el interior de la formación shale que son rocas porosas en las que se encuentran atrapados el gas y el petróleo.
Técnicamente denominada Inoceramus, la formación geológica Palermo Aike es una de las dos rocas generadoras de los hidrocarburos de la Cuenca Austral y en 1993 se realizó la primera perforación que dio con ella.
Se trató del pozo Puesto Peter X1 que realizó YPF casi por accidente, ya que se buscaba la formación, Springhill. A fines de 2021 CGC puso en marcha su plan de exploración que contempló el reingreso y fractura de dos pozos.
Cañadón Deus a-2 y Estancia Campos a-2 son los dos pozos en los que la empresa reingresó y realizó una fractura directamente sobre la formación no convencional. Ambos pozos dieron una producción de un petróleo shale, en el primer caso el petróleo fue el más liviano con 51 grados API y algo de gas, mientras que en el segundo se dio solo crudo con una densidad de 38 grados API.