Más de 90 personas detenidas en Reino Unido por las protestas ultraderechistas contra el Islam y la inmigración ilegal

Los manifestantes atacaron a los agentes con botellas, piedras y sillas, además de incendiar cubos de basura y saquear varias tiendas

Más de 90 personas han sido detenidas a causa de las manifestaciones violentas promovidas por la extrema derecha en diferentes ciudades británicas, tras el asesinato de tres niñas a manos de un joven de 17 años procedente de Ruanda.

En Hull, Liverpool, Bristol, Manchester, Stoke-on-Trent, Blackpool y Belfast, los manifestantes han atacado directamente a los agentes de policía con botellas de cerveza, piedras y sillas, llegando a herir a varios de ellos. Además, han saqueado varios establecimientos comerciales, quemado contenedores e incendiado una biblioteca en el barrio de Walton, Liverpool.

En Bristol, una ciudad situada al oeste de Inglaterra, los manifestantes avanzaban por las calles de la ciudad bajo los gritos de «Inglaterra hasta que muera» y «queremos que nos devuelvan nuestro país».

Ante la situación, el recién nombrado primer ministro, Keir Starmer, ha prometido, en boca de unos de sus portavoces, un apoyo total a las fuerzas del orden contra los «extremistas» que intentan «sembrar el odio» y ha expresado que la libertad de expresión y los disturbios violentos son cosas diferentes.

Los incidentes comenzaron en la ciudad de Southport, donde ocurrió el mencionado asesinato en el que también resultaron heridos otros ocho menores y dos adultos, y se han ido extendiendo por todo el país, a través de la difusión de bulos por redes sociales que indicaban que el sospechoso era un solicitante de asilo que había entrado en el país en una patera por el Canal de la Mancha el año pasado.

La ministra británica de Interior, Yvette Cooper, ha advertido que los protestantes «pagarán» por la violencia en las calles y ha reafirmado el apoyo del Gobierno a la Policía compartido por Starmer. «El vandalismo no tiene cabida en Reino Unido y no podemos tolerar este tipo de violencia o desorden criminal», afirmó en una declaración televisada.