Las tensiones aumentan entre India y Pakistán, con la amenaza de una guerra abierta como telón de fondo

La región de Cachemira, disputada por ambas potencias, es el epicentro de las hostilidades. Entre ayer y hoy, la India ha acusado a Pakistán de atacar con drones contra varias ciudades fronterizas, a lo que el Ejército indio ha respondido con el lanzamiento de drones contra localidades pakistaníes.

India y Pakistán atraviesan uno de los episodios más críticos en su históricamente conflictiva relación, y la rápida escalada de la tensión de los últimos días amenaza con desembocar en una guerra abierta entre ambas potencias nucleares. No sería la primera vez.

La relación entre India y Pakistán ha estado marcada por la tensión desde que se independizaron de la Gran Bretaña colonial en 1947. Además de constantes enfrentamientos a baja escala, ambos países han librado tres guerras, dos de ellas por Cachemira, la región al norte de ambos países que quedó dividida en la partición de 1947.

Precisamente Cachermira es el epicentro de las hostilidades actuales, un estallido que se produce después de una serie de ataques aéreos de la India a la parte pakistaní de dicha región (de mayoría musulmana), como parte de la ‘Operación Sindoor’. Una operación lanzada en respuesta al atentado que el pasado 22 de abril dejó 26 víctimas mortales en la zona Pahlgam, en la Cachemira India (de mayoría hindú), del que Nueva Delhi responsabiliza a Islamabad, quien, a su vez, lo niega.

Esta operación india del pasado 7 mayo fue una ofensiva de misiles que según las fuerzas indias se dirigió exclusivamente contra «infraestructura terrorista». Sin embargo, según autoridades pakistaníes, alcanzó al menos seis ciudades y provocó la muerte de 31 personas, incluidos dos menores.

La escalada no se detuvo ahí. Desde entonces drones indios han golpeado infraestructuras clave en territorio pakistaní, mientras Islamabad asegura que también ha sido objeto de ataques con misiles y vehículos aéreos no tripulados, y denuncia víctimas civiles.

Entre ayer y hoy, la India ha acusado a Pakistán de atacar con drones contra varias ciudades fronterizas, a lo que el Ejército indio ha respondido con el lanzamiento de drones contra localidades pakistaníes. En definitiva, ambas potencias, se acusan mutuamente de los ataques y se presentan como víctimas de los ataques de la otra parte.

Esta misma tarde, fuerzas de seguridad de la India han afirmado que Pakistán ha lanzado hoy ataques con drones contra varias localidades ubicadas en la Cachemira administrada por Nueva Delhi, donde al menos tres personas habrían resultado heridas, mientras resuenan las alarmas antiaéreas y persisten los apagones en algunas ciudades.

Desde el pasado 22 de abril, más de 80 personas han perdido la vida a causa de este conflicto en el territorio de Cachemira. Cientos de familias han huido de la zona.

Llamadas a rebajar tensiones

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán, Shaqfat Ali Khan, ha lamentado «que la conducta imprudente de la India haya acercado a dos estados con capacidad nuclear a un conflicto mayor. Este comportamiento belicista representa una grave amenaza no sólo para las relaciones bilaterales, sino también para la seguridad regional y global en su conjunto».

Ha asegurado que «Pakistán sigue comprometido con la paz y hace un llamado a la comunidad internacional para que tome nota de estas provocaciones por parte de la India y desempeñe un papel constructivo en la desescalada de tensiones».

Ambos países, grandes potencias nucleares, han desarrollado una capacidad nuclear lo suficientemente grande para destruir al otro, lo cual supone a la vez, una amenaza y un freno, ya que la destrucción estaría asegurada en ambos casos.

Varios países, entre ellos Irán, Estados Unidos o Ecuador, han pedido a ambas partes que realicen esfuerzos para evitar que la situación se agrave.