Más de 400 millones de europeos, pertenecientes a los 27 estados miembros de la Unión, estaban llamados a votar. Se afianzaron los conservadores: el Partido Popular Europeo se impuso con 189 bancas (182 en los comicios de 2019) mientras que la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas: 135 (154 hace cuatro años).
En el segundo país más importante desde lo cuantitativo (81 euro diputados), el presidente Emmanuelle Macron convocó a elecciones legislativas anticipadas tras el triunfo contundente de su archi rival Marine Le Pen.
Reagrupamiento Nacional logró el 33% de los apoyos, la mayor victoria en la historia del partido euroescéptico.
Fue el doble de lo logrado en las urnas por la candidata macronista Valérie Hayer (15,2%).
Mientras el primer mandatario galo basó su campaña en la defensa de Europa como eje de su política, los sectores más reaccionarios pidieron un país de fronteras cerradas para la inmigración continental y extra continental.
Fue la mayor participación ciudadana en 30 años (52% de los empadronados).
«Estamos listos para ejercer el poder, listos para poner fin a esta inmigración masiva, hacer del poder adquisitivo una prioridad, listos para revivir a Francia», ha dicho Marine, tras conocerse el resultado.
La presidente Giorgia Meloni, ratificada
El ascenso de los grupos más nacionalistas también pudo comprobarse en Italia, donde los “fratelli” de la presidenta Georgia Meloni se impusieron tras sumar un 36% de los sufragios.
El resultado mejora lo conseguido en las generales de 2022 y refuerza el liderazgo de su Gobierno.
En Alemania, el ultraderechista AfD (identificado como filo nazi) ha saltado a la segunda posición tras cosechar un 16,5% de los votos, por delante de los socialdemócratas del actual canciller Olaf Scholz.
Por su parte, en España, la cuarta democracia de Europa, por cantidad de habitantes, el partido de ultraderecha Vox no alcanzó siquiera los 10 puntos.