Miles de israelíes se manifestaron este domingo en todo el país para exigir la convocatoria de elecciones y un acuerdo para la liberación de los rehenes coincidiendo con los nueve meses desde el ataque de Hamas en el que fueron secuestrados unos 240 israelíes, de los que todavía quedan unos 120 en el enclave palestino. Un vocero de Hamas dijo que está dispuesto a negociar la liberación de los rehenes todavía retenidos en Gaza aún en ausencia de un alto el fuego permanente en el territorio palestino.
«¡Elecciones ya!»
Los manifestantes israelíes salieron a las calles de grandes ciudades como Tel Aviv, Jerusalén o Haifa, y bloquearon rutas y caminos como parte de una jornada que llevó el nombre de «Día de la Disrupción». Los actos concluyeron el domingo por la noche con una multitudinaria protesta frente al cuartel general del Ejército, en Tel Aviv, y frente a la residencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén.
Con pancartas que rezaban «Empezar de nuevo. ¡Elecciones ya!», «Todos somos rehenes» o «Un acuerdo salvará a los rehenes de la muerte», miles de personas se manifestaron a lo largo de la jornada en la capital israelí. Con motivo de los nueve meses de guerra, en las protestas se vieron actos simbólicos contra los casos de violencia sexual contra las rehenes, como los de manifestantes que sostenían bebés de juguete en alusión a algunas mujeres que habrían parido en cautiverio.
Al menos cinco personas fueron detenidas por cortar calles en Tel Aviv y una tuvo que recibir atención médica debido a la represión policial en Jerusalén. Otros 12 manifestantes fueron sancionados por perturbar el orden público y cortar rutas, según el diario The Times of Israel. En una de las imágenes más icónicas de la jornada, los manifestantes pasearon una jaula colgante con Einav Zangauker dentro, la madre de uno de los rehenes, Matan Zangauker. La jaula fue exhibida frente al cuartel general de las Fuerzas Armadas israelíes en Tel Aviv.
En el kibbutz Or Haner, cerca de la frontera con la Franja de Gaza, los activistas soltaron globos amarillos atados a carteles que representaban las comunidades atacadas el 7 de octubre a las 6:29 horas de la mañana, la hora en que empezó el ataque que mató a 1.195 personas, en su mayoría civiles. En Jerusalén la protesta tuvo su epicentro frente a la residencia oficial de Netanyahu y también se dieron concentraciones frente a los domicilios de diputados y ministros, como el de Defensa, Yoav Gallant, o el de Asuntos Exteriores, Israel Katz.
Ordenan evacuar tres barrios de Gaza
De los 251 secuestrados el 7 de octubre quedan en el enclave 116 cautivos, al menos 42 de ellos muertos según Israel. Mientras tanto las operaciones israelíes siguen avanzando por el norte del enclave palestino, y el Ejército emitió este domingo órdenes de evacuación en los barrios de Tuffah, Ciudad Vieja y Daraj de la ciudad de Gaza, según informó el vocero de las fuerzas armadas para medios árabes, Avichay Adraee.
«Por su seguridad, deben evacuar inmediatamente a refugios conocidos en el oeste de ciudad de Gaza», advertía el comunicado, que no especificó la ubicación de dichas áreas seguras. Al menos 55 palestinos murieron en la Franja de Gaza por ataques del Ejército de Israel en el último día, sumando un total de 38.153 muertos y 87.828 heridos en el enclave durante los nueve meses que lleva la guerra, informaron las autoridades sanitarias.
Entre estos ataques israelíes se cuenta uno en la ciudad de Al Zawaida, en el centro de la Franja de Gaza, que dejó seis muertos, así como una incursión israelí en la Ruta 8, en la ciudad de Gaza, que dejó otros dos muertos. Cerca del punto fronterizo Kerem Shalom, en el sur del enclave, fueron hallados los cuerpos de tres palestinos esposados, supuestamente prisioneros liberados por las fuerzas israelíes, a los que después dispararon por la espalda según medios palestinos.
Este domingo el Ejército israelí dijo haber matado a 30 supuestos milicianos. Abu Obeida, portavoz de las Brigadas al Qassam (el brazo armado de Hamas), aseguró que el grupo logró reclutar a «miles de nuevos luchadores» en declaraciones a la cadena qatarí Al Jazeera. Con esos dichos se plantó ante las afirmaciones de las fuerzas armadas israelíes, según las cuales habrían eliminado casi en su totalidad los batallones de Hamas al sur de Gaza.
«Digo a las familias de los prisioneros en Gaza que el destino de sus hijos se ha convertido en un juguete en las manos de Netanyahu», dijo también Obeida a la cadena de noticias. Según el vocero de Hamas, la insistencia del primer ministro Netanyahu de lograr los objetivos de guerra del país como principio previo al acuerdo de alto el fuego implica satisfacer «su victoria personal» y su fijación con el gobierno.
Hamas cede en una exigencia clave
Netanyahu afirma que el conflicto continuará hasta «la destrucción de Hamas y la liberación de todos los rehenes». El movimiento islamista palestino exigía que Israel aceptara un alto el fuego completo y permanente antes de negociar, pero «este punto se ha superado», declaró el domingo un alto cargo del grupo a la agencia AFP bajo condición de anonimato. Los mediadores se comprometieron a que «mientras haya negociaciones en curso», que todavía no empezaron, un «alto el fuego se mantendrá en vigor».
Israel enviará una delegación en los próximos días a Doha para mantener conversaciones con mediadores qataríes, pero la oficina del primer ministro indicó que persisten las diferencias para alcanzar un acuerdo con Hamas, que gobierna en Gaza desde 2007. Los diplomáticos de los tres países mediadores también sostienen diálogos en Egipto, informó Al Qahera News, un medio cercano a los servicios de inteligencia egipcios.
Hasta ahora los mediadores internacionales solo consiguieron que las dos partes alcanzaran una tregua a fines de noviembre, que permitió la liberación de 80 rehenes a cambio de 240 palestinos presos en Israel. Según el alto funcionario de Hamas que habló este domingo con AFP, el movimiento islamista informó a los mediadores que desea que se cumplan tres etapas.
En primer lugar la entrada en Gaza de 400 camiones de ayuda al día, después la retirada del Ejército israelí del corredor Filadelfia y del paso fronterizo de Rafah, situados entre el sur de Gaza y Egipto, y posteriormente una fase final consistente en la retirada completa del territorio palestino. «La pelota está del lado de los israelíes», afirmó la fuente, estimando que las conversaciones podrían durar «de dos a tres semanas si Israel no bloquea las negociaciones como hizo anteriormente».
La guerra en Gaza alimenta también la preocupación internacional por el riesgo de que el conflicto se extienda a la frontera norte de Israel, donde los duelos de artillería entre el Ejército y el Hezbolá libanés son cotidianos. Hezbolá declaró el domingo que disparó una andanada de cohetes contra cuatro objetivos militares en el norte de Israel y reivindicó posteriormente cuatro nuevos ataques. Un hombre resultó herido cerca de Tiberíades, a unos 30 kilómetros de la frontera con Líbano, según el Ejército israelí.