Las tropas israelíes continuaron este martes su ofensiva en la Franja de Gaza, pese a que el día anterior el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara una resolución en la que se demanda un alto el fuego inmediato en el enclave y exige «la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes».
Al menos 18 palestinos murieron a causa de un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra un edificio residencial en la ciudad de Rafah, situada en el extremo sur del territorio palestino. Según las informaciones recogidas por el diario palestino Filastin, nueve de las víctimas eran niños de entre dos y nueve años.
Fuera de servicio
La Media Luna Roja Palestina (MLRP) anunció que el hospital Al Amal de Jan Yunis quedó fuera de servicio después de que las tropas obligaran evacuar al personal sanitario y los heridos. «El hospital Al Amal está fuera de servicio después de que las fuerzas de ocupación obligaran al personal del hospital y a los heridos a evacuarlo y cerraran sus entradas con barreras de tierra», informó en un comunicado la organización, que gestionó la operación de desalojo de emergencia, en coordinación con la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
La organización indicó que también evacuaron los cuerpos de dos personas que murieron durante el asedio que comenzó el domingo, un civil que se refugiaba en el hospital, y que fue herido en la cabeza por soldados israelíes; y el voluntario de la MLRP Amir Abu Aisha, miembro del equipo de urgencias.
La MLRP había señalado el lunes que el Ejército israelí ordenó la evacuación del hospital la noche del domingo, pero los equipos tuvieron dificultades para salir a través del control militar instalado por las extensas excavaciones y destrucción de infraestructura cometidas por sus tropas. «Durante el intento de limpiar los escombros y los obstáculos en la carretera, las fuerzas de ocupación abrieron fuego contra dos de los equipos que intentaban retirar los escombros, hiriéndolos directamente», afirmó.
Por su parte, el hospital Al Shifa, ubicado en el norte del enclave, vivió su noveno día de intervención militar en su interior. La dirección de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel publicó videos de los interrogatorios de presuntos miembros de Hamas y la Yihad Islámica, capturados en el centro médico. Estos afirmaron que en el hospital se esconden entre 600 y 1.000 milicianos, sostuvo un comunicado castrense.
El Ejército israelí insiste en que sus operaciones militares dentro del complejo médico no van dirigidas contra pacientes, personal médico y civiles, y asegura haber matado a unos 170 supuestos terroristas e interrogado a unos 800 sospechosos, de los que más de 480 serían afiliados de Hamas.
Muere el «número 3» de Hamas
Por otro lado, el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, anunció en una rueda de prensa la muerte de Marwan Issa, el «número 3» del grupo islamista durante un ataque aéreo realizado a principios de mes en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza.
Issa solo era precedido por el líder en Gaza, Yahya Sinwar, el hombre más buscado de Israel, y de Mohamed Deif, comandante en jefe de las Brigadas al Qasam, el brazo armado del grupo. Hagari, además explicó que otro alto miembro de Hamas, el comandante Ghazi Abu Tamaa, jefe del personal de combate y asistencia administrativa, murió en el mismo ataque, según informó el diario The Times of Israel. No es la primera vez que uno de los altos mandos de Hamas muere por un ataque israelí. El antiguo número dos, Saleh Al Arouri, falleció a principios de enero en un bombardeo en el sur de Beirut, la capital libanesa.
Muertos tras recibir alimentos
Según el último balance del Ministerio de Sanidad, la cifra total de muertos ascendió a 32.414 –la mayoría mujeres y niños– y a 74.787 los heridos. A su vez, al menos otros 18 palestinos murieron tras la llegada de ayuda humanitaria por el aire. «Durante las últimas horas cayeron mártires 18 civiles palestinos a causa de la caída incorrecta de ayuda lanzada desde aviones, incluidos 12 civiles ahogados en el mar frente a las costas en el norte de Gaza, después de que decenas de personas se lanzaran al agua para obtener ayuda lanzada al mar», precisaron las autoridades gazatíes en un comunicado.
Las otras seis personas murieron a causa de estampidas durante las aglomeraciones para intentar obtener los alimentos. «Las operaciones de envío de ayuda desde aviones se convirtieron en un peligro real para la vida de ciudadanos hambrientos», lamentaron las autoridades. «Hemos advertido a todos los países implicados en los lanzamientos de ayuda del peligro de sus incorrectos procedimientos, ya que parte de la ayuda es lanzada al mar, parte es lanzada a los territorios palestinos ocupados y parte es lanzada a zonas peligrosas», manifestaron.
«Pedimos la apertura inmediata y rápida de los pasos terrestres para entregar ayuda humanitaria al pueblo palestino, que sufre hambre y una enorme escasez de alimentos desde hace seis meses», recalca el comunicado, en el que además se acusa a Israel de crímenes de guerra, genocidio y limpieza étnica, en el marco de su ofensiva contra Gaza, lanzada tras el ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre.
Sin embargo, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que continuará arrojando la ayuda humanitaria a la Franja desde aviones militares. «Los lanzamientos aéreos son una de las muchas formas que estamos utilizando para entregar la ayuda que los palestinos en Gaza tan desesperadamente necesitan y continuaremos haciéndolo», afirmó el portavoz norteamericano. «Trabajamos incansablemente para aumentar el ingreso por tierra», añadió.
Mientras tanto, cientos de camiones con alimentos y asistencia vital esperan frente al cruce fronterizo con Egipto para entrar en el enclave palestino, pero no reciben autorización de Israel, indicó James Elder, un portavoz de UNICEF que se encuentra en el lugar. También advirtió sobre las condiciones en las que está Rafah. «Está totalmente irreconocible. Hay carpas en todas las calles, gente durmiendo en terrenos arenosos, en edificios públicos o en cualquier espacio libre. Para que se entienda lo que esto significa para las familias, para los niños, hay que decir que los estándares en emergencias humanitarias indican que debe haber al menos un baño por cada veinte personas, pero aquí hay un baño para 850», relató.