El bombardeo ha alcanzado unos apartamentos en el área de Dahieh, y dos edificios se han derrumbado. El objetivo del ataque era Ibrahim Akil, miembro del Consejo de la Yihad de Hizbulá, y el Ejército israelí ha confirmado su muerte.
El Ejército de Israel ha llevado a cabo este viernes lo que ha denominado un «bombardeo selectivo» contra la capital de Líbano, Beirut, ataque que ha dejado 14 muertos y 66 heridos, entre ellos nueve que se encuentran en estado crítico, en medio del repunte de los enfrentamientos con el partido-milicia chií Hizbulá y ante el temor de expansión del conflicto en Oriente Próximo.
Según las informaciones recogidas por la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, el bombardeo ha alcanzado unos apartamentos en el área de Dahieh, situada en el sur de Beirut y de mayoría chií, con gran influencia de Hizbulá.
Ambulancias de la Defensa Civil y la Cruz Roja libanesa continúan trasladando heridos desde la zona, muchos de ellos ancianos, y los equipos de emergencias han pedido a la población que no abarrote el lugar para permitir su paso.
Por su parte, equipos de la Defensa Civil Libanesa buscan supervivientes entre los escombros de dos edificios que se han derrumbado, ha indicado esa organización en su cuenta de X.
Los servicios de emergencia libaneses en Beirut. Foto: EFE
Según han confirmado fuentes de Defensa a la prensa israelí, el objetivo del ataque era Ibrahim Akil, sobre el que pesaba una recompensa de siete millones de dólares por parte de Estados Unidos. El Ejército sionista ha confirmado la muerte de Akil.
Akil, alias Tahsin, era un miembro del Consejo de la Yihad de Hizbulá, el principal organismo militar del grupo. El hombre fue parte de la Organización de la Yihad Islámica, que reivindicó los atentados contra la Embajada de Estados Unidos en Beirut en 1983 y una toma de rehenes en esa misma década.
«Nuestros objetivos son claros y nuestras acciones hablan por sí solas», ha dicho el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una declaración poco después de que el Ejército israelí confirmase la muerte de Akil.
El 30 de julio Israel ya atacó Beirut, cuando mató a un comandante de Hizbulá identificado como Fuad Sukur –operación que se saldó también con el asesinato de un asesor iraní y cinco civiles, incluidos dos niños–, un día antes del asesinato en la capital de Irán, Teherán, del líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, operación también achacada a las autoridades israelíes.
El bombardeo llega además en medio del drástico repunte de las tensiones tras dos días de explosiones coordinadas de dispositivos de comunicaciones –el 17 y el 18 de septiembre–, ataques supuestamente realizados por Israel y que han dejado cerca de 40 muertos y unos 3000 heridos, según el último balance facilitado por las autoridades libanesas.
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha instado a las partes en Oriente Próximo a reducir las tensiones y a ejercer la máxima moderación tras este último ataque israelí.
«Instamos a las partes a regresar inmediatamente al cese de hostilidades y a implementar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad. La región está al borde de una catástrofe», ha señalado en rueda de prensa. Asimismo, ha exhortado a «hacer todos los esfuerzos posibles» para volver a la senda diplomática.