Israel tachó ayer a España de «paraíso para sembrar el odio» por la celebración de un congreso del movimiento Masar Badil en Madrid. Una acusación que Albares rechaza contudentemente.
«Un paraíso para sembrar el odio e incitar a la destrucción de Israel». Así ha calificado Israel a España a raíz de la celebración en Madrid del congreso del movimiento Masar Badil —que Israel considera «vinculada a grupos terroristas»— y que este domingo fue una de las entidades organizadoras de una marcha en las calles de la capital contra el «genocidio» en la Franja de Gaza.
«Estamos indignados y tristes por que España se haya convertido el paraíso para sembrar odio e incitar a la destrucción de Israel», expresó ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí en la red social X, calificando como «inaceptable» que «una sociedad democrática permita la glorificación del terrorismo y la celebración de los crímenes contra la humanidad perpetrados por Hamás».
La respuesta del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, no ha tardado en llegar, quien ha considerado que «está fuera de todo lugar» acusación de Israel.
Preguntado en una entrevista de TVE, sobre si conocía la presencia en España de la organización palestina Masar Badil, Albares ha dicho que no, rechazando la acusación del Ministerio de Exteriores israelí. «No, no lo conocíamos y desde luego esa afirmación está fuera de todo lugar. España es un país de tolerancia, es un país donde uno puede por supuesto vivir en libertad y tener libertad de expresión. Por supuesto el antisemitismo no solamente es ampliamente rechazado por toda la sociedad española, sino que también está en el Código Penal», ha expresado el ministro.
Albares ha recordado a Israel que «España tiene una Fiscalía y tiene unos jueces», y que si alguien considera que se han podido cometer cualquier tipo de delito de incitación al odio o de antisemitismo, «puede acudir a la Fiscalía».
Con todo, ha vuelto a condenar «tajantemente» el «brutal atentado terrorista» de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023, y ha reclamado la «liberación incondicional de los rehenes», así como un alto el fuego «inmediato y permanente, que permita el acceso de ayuda humanitaria a la población civil de Gaza», y que termine «esta guerra horrible que se está cobrando miles y miles y miles de vidas inocentes».