Encontraron a un niño de 12 años atado de manos y pies en una ruta de Santiago del Estero: estaba desaparecido

El menor fue encontrado por civiles después de pasar tres horas en la calle. Los agresores, un padre y su hijo, fueron arrestados por los delitos de secuestro y abandono de persona

La crueldad del caso, que trascendió las fronteras de la provincia de Santiago del Estero, se destaca en la forma en que un niño fue abandonado atado de pies y manos a la vera de una ruta en la localidad de Buey Muerto. Se cree que estuvo allí, sin ayuda, durante al menos tres horas de la noche antes de ser encontrado. Dos hombres, padre e hijo, fueron detenidos en relación con el caso.

“Si no era que lo encontraban de casualidad, quizá, el menor sufría hipotermia o era víctima de algún vehículo que, si se arrojaba a la banquina, lo podía aplastar”, reflexionó un investigador.

Aparentemente, los individuos responsables del ataque al niño son Luis Alberto y Brian Galván, padre e hijo de 46 y 22 años, respectivamente. El fiscal Alvaro Yagüe formuló cargos contra ellos por el delito de privación ilegítima de la libertad y abandono de personas.

El caso se desarrolló en el transcurso del viernes, pero no fue hasta las últimas horas que se hizo público. El escenario del crimen se ubicó en la ruta que conecta la localidad de Colonia El Simbolar con la RN34, en el departamento de Robles, ubicado al oeste de la provincia. Fueron transeúntes ocasionales los que observaron a una persona de pequeña estatura amarrada en la banquina. El niño tenía la capucha del buzo cubriendo su cabeza y su espalda estaba expuesta a la intemperie.

Al acercarse a socorrer al individuo, los testigos descubrieron que se trataba de un niño y lo notificaron inmediatamente a las autoridades. Un equipo de la Comisaría 35 y 13, del Departamento de Menores y Mujeres de la ciudad de Fernández, llegó al lugar y alertó a la División de Trata de Personas de la Policía provincial, ya que consideraban que se trataba de un caso de privación ilegítima de la libertad. Además, los oficiales también entrevistaron al niño, quien ya se encontraba en compañía de su tía.
“El niño contó que se dirigía hacia la casa de sus hermanos cuando fue interceptado por dos hombres que le reclamaban que había robado en una propiedad días previos y que ahora iba a hacer lo mismo”, revelaron investigadores del caso.

Después, la víctima expresó a los agentes de policía que les dijo a los hombres que él iba a la casa de sus hermanos y siguió su camino. Sin embargo, no se quedaron convencidos con su respuesta y uno de ellos decidió interceptar al menor de nuevo, quien iba en una moto negra de 110cc.

Un investigador dio más detalles,“Le dijo que iba a tener problemas si continuaba con su recorrido y pasaba algo en la propiedad donde habían robado. Pero el nene continuó y, entonces, lo volvieron a interceptar los dos: uno le puso la mano en la boca, le tapó con la capucha la cabeza y lo redujeron; lo tiraron al suelo y lo ataron. Luego, lo dejaron a la vera de la ruta 96″.

Con la nueva información, las autoridades acompañaron al niño y a su tía al lugar del incidente para reconstruir el camino que el menor habría seguido para llegar a la casa de sus hermanos. La Policía encontró una residencia cercana y se reunió con la habitante del lugar, la madre y esposa de los ahora detenidos. Sin revelar el propósito real de su visita, los agentes les pidieron información sobre un niño desaparecido, mientras que en realidad buscaban ver su reacción y descubrir si decía la verdad.
“La persona se puso nerviosa y no manifestaba ningún signo de preocupación por el menor. También dijo que el hijo y el marido andaban en una moto de 110cc color negra”, contaron. Este punto fue clave para desencadenar la investigación y dar con los acusados.

La decisión del fiscal Yagüe de imputar a los acusados se basó en la creencia de que abandonaron a un niño indefenso en un lugar inhóspito y lo maniataron, un hecho que fue respaldado por el juez Carlos Ordóñez Duca. Sin la intervención casual, el niño podría haber sido víctima de cualquier tipo de abuso o sufrimiento.
En primer lugar, los médicos oficiales determinaron que el niño sufrió solo lesiones superficiales causadas por las ataduras: “Las únicas lesiones que se han constatado han sido las que tenía en los puños y los tobillos, hechas por el roce de un tipo de hilo bastante grueso, reforzado. Se produjeron por la misma fricción que él habría querido hacer para zafarse, en su intento desesperado por desatarse”.

El fiscal Yagüe, de la circunscripción de Banda, ordenó que se tome declaración a los imputados en los próximos días y se realicen las pruebas pertinentes para profundizar la investigación y obtener nuevos elementos de prueba.

fuente:elobservador

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