El riesgo de impacto del asteroide 2024 YR4 es el mayor jamás pronosticado

La probabilidad de que la roca de 50 metros choque en 2032 sube levemente hasta el 3,1 %, según la NASA.

El asteroide 2024 YR4, un objeto rocoso de aproximadamente 50 metros de diámetro, ha sido identificado por la NASA como el de mayor riesgo de impacto con la Tierra jamás registrado en términos de probabilidad. Según las últimas evaluaciones, la posibilidad de que este cuerpo celeste colisione con nuestro planeta en 2032 ha aumentado levemente hasta el 3,1 %.

Los astrónomos han seguido de cerca la trayectoria del asteroide desde su descubrimiento a finales de 2024 y han ajustado los cálculos con base en nuevas observaciones. Aunque el porcentaje de impacto sigue siendo bajo en términos absolutos, es significativamente superior al de otros asteroides conocidos.

A modo de comparación, en 2004 el asteroide Apofis fue considerado una amenaza seria debido a su tamaño, de aproximadamente 370 metros, y a una probabilidad inicial de impacto que alcanzó el 2,7 % antes de ser descartada por completo tras análisis posteriores. En el caso del 2024 YR4, aunque su tamaño es menor, su probabilidad de colisión es la más alta jamás registrada.

La NASA y otras agencias espaciales, como la Agencia Espacial Europea (ESA), continúan monitorizando el asteroide y refinando sus modelos de predicción para determinar si futuras correcciones en su trayectoria podrían reducir o aumentar el riesgo de impacto. En caso de que se mantenga una amenaza considerable, podrían evaluarse misiones de desvío como las probadas recientemente con la misión DART, que logró alterar la órbita de un asteroide en 2022.

De producirse el impacto, las consecuencias dependerían del lugar y la velocidad de la colisión. Un asteroide de 50 metros podría causar daños considerables si impacta en una zona poblada, similar al evento de Tunguska en 1908, que arrasó miles de kilómetros cuadrados de bosque en Siberia. Sin embargo, si cayera en el océano o en una región deshabitada, el efecto sería menor.

El asteroide volverá a estar en el radar de los telescopios terrestres en 2028, cuando se espera obtener datos aún más precisos sobre su órbita y reducir o confirmar su riesgo de impacto. Entre los observatorios que lo siguen actualmente se encuentra el Instituto de Astrofísica de Canarias, aunque a partir de abril dejará de ser visible desde la Tierra. En ese momento, la tarea de seguimiento recaerá sobre telescopios espaciales como el James Webb, que permitirá determinar su diámetro exacto y composición.

Se espera que en mayo se lleve a cabo una nueva reunión para evaluar el estado de 2024 YR4. Si en ese momento su riesgo de impacto sigue siendo significativo, podrían discutirse medidas adicionales. No obstante, los expertos recuerdan que la probabilidad de colisión tiende a disminuir con el tiempo a medida que se afina la trayectoria del asteroide.