El papa Francisco expresó su «profunda amargura» por los siete empleados de un convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen (WCK) asesinados en Gaza en la audiencia general de los miércoles. «Desgraciadamente siguen llegando noticias tristes de Medio Oriente. Vuelvo a renovar mi firme petición de un inmediato cese al fuego en la Franja de Gaza», dijo el Papa ante las decenas de miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escucharlo.
«Expreso mi profunda amargura por los voluntarios asesinados mientras estaban comprometidos en la distribución de las ayudas» en Gaza y «rezo por ellos y sus familias», agregó Francisco, que apareció en buena forma y leyó su prédica con voz nítida. La muerte de los siete trabajadores en un ataque del Ejército israelí contra el convoy humanitario de WCK, que según las autoridades militares israelíes, se debió a una «identificación errónea», generó indignación a nivel mundial.
Francisco pidió que «se permita a esa población civil extenuada y sufriente el acceso a las ayudas humanitarias (en Gaza) y que sean inmediatamente liberados los rehenes» en manos de Hamas. Además el papa exigió «que se evite cada irresponsable tentativa de ampliar el conflicto en la región», en lo que parecía una alusión a la posible escalada militar que podría conllevar el ataque israelí al consulado de Irán en Siria, del que Teherán prometió vengarse.
«Que se actúe para que puedan cesar pronto esta y otras guerras que continúan causando muerte y sufrimiento en tantas partes del mundo. Y trabajemos sin descanso para que caigan las armas y vuelva a reinar la paz«, sostuvo Francisco. El domingo pasado ya había pedido en su mensaje pascual que «se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza», «la rápida liberación de los rehenes secuestrados» y «un inmediato alto el fuego en la Franja».