El Ministerio implementará un proyecto cofinanciado por la Unión Europea

El objetivo es desarrollar y crear dispositivos para personas con discapacidad. Esto se realizará en la Universidad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT.

Durante la jornada el titular de la cartera sanitaria, doctor Luis Medina Ruiz, se reunió con una consultora externa de la Unión Europea, con el objetivo de desarrollar y crear dispositivos para personas con discapacidad. Esto se realizará en la Universidad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT.

Medina Ruiz comentó que en la reunión se pudo poner de manifestó el avance que tiene la provincia en la inclusión de las personas con discapacidad, en la capacitación y resolución de problemas de este grupo: “Fue un encuentro muy fructífero y aprovechamos la oportunidad para mostrarles los avances que tiene el Sistema de Salud en las distintas temáticas”.

Valentina Squini, consultora externa e integrante de la Unión Europea, contó que están llevando a cabo una misión llamada ROM (Monitoreo Orientado a Resultados), dentro del marco de un proyecto que está siendo implementado por la Universidad Nacional de Tucumán, específicamente por la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET).

“El proyecto tiene una duración de 36 meses, comenzó en marzo de 2022 y está cofinanciado por la Unión Europea. Mi rol es realizar una evaluación del estado de implementación, teniendo en cuenta el marco lógico, los objetivos del proyecto, los logros alcanzados hasta ahora, lo que aún falta y los tipos de oportunidades o desafíos existentes”, explicó la profesional.

El proyecto tiene dos objetivos principales. El primero es crear un laboratorio dentro de la UNT FACET, que será un laboratorio biomédico donde se podrán construir, diseñar y desarrollar dispositivos y prototipos para personas con discapacidad, principalmente motriz. El segundo objetivo se centra en la incidencia en políticas, programas y leyes para la inclusión de personas con discapacidad en la vida social y laboral. Se incluyen talleres de capacitación y esfuerzos para lograr una inclusión laboral efectiva. “Veo a Tucumán muy avanzado y valioso en este ámbito. Creo que es una provincia que realmente puede mostrar y guiar el camino a la nación y a la región. Es algo muy interesante”, resaltó.

Eduardo Martel, vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la Universidad Nacional de Tucumán, profesor, docente, investigador de la facultad, ingeniero civil y magíster en Ingeniería Estructural, manifestó que toda esta semana están con una misión de monitoreo de la Unión Europea, que está haciendo un seguimiento del proyecto llamado ‘Tecnologías e Innovación para la Inclusión’, que se desarrolla en la facultad con una cofinanciación de la Unión Europea.

El profesional, sostuvo que la facultad, está brindando cursos y talleres. Los participantes toman estos cursos y, al mismo tiempo, participan en el desarrollo de prototipos, que se podrían clasificar en baja y alta tecnología. Los de baja tecnología implican procedimientos mecánicos para la mejora, adaptación y optimización del funcionamiento de, por ejemplo, sillas de ruedas, o la elaboración de prótesis y órtesis personalizadas.

“Uno de los problemas actuales es que las prótesis y órtesis vienen estandarizadas, generando rechazo en quienes las usan debido a problemas de adaptación, lo que lleva a que muchas personas las descarten. Con estas nuevas tecnologías, producimos elementos personalizados mediante un escáner 3D adquirido a través del proyecto, así como impresoras 3D y centros de mecanizado”, resaltó.

Además, otra rama del proyecto es el diseño y la fabricación de prototipos con alta carga tecnológica. Por ejemplo, han avanzado significativamente en la elaboración de dispositivos para sistemas de comunicación aumentativa y alternativa. Estos permiten a personas con un gran compromiso neuromotor, como aquellas con parálisis cerebral, controlar computadoras y dispositivos electrónicos, encender luces, manejar electrodomésticos como aires acondicionados y televisores, accediendo a lo que se llama domótica.

Los formadores son parte del plantel de docentes e investigadores, lo cual enriquece la producción, ya que trabajan con alumnos avanzados de las carreras de ingeniería. No solo se benefician las personas con discapacidad, sino toda la comunidad de la facultad y la universidad.

“Todos estamos conociendo de primera mano lo admirable que son las personas con discapacidad, que superan muchas limitaciones y demuestran tener muchísimas potencialidades y una gran fuerza de voluntad cuando se les da la oportunidad. También valoran la independencia. Nosotros no somos conscientes de lo que significa ser independiente: tener la capacidad de ir al baño solos o comprar algo por cuenta propia. El verdadero logro es alcanzar esa independencia, y la tecnología actual permite lograrlo. Simplemente es cuestión de dirigirla con esos objetivos”, finalizó Martel.