El Líbano eleva a 37 las personas asesinadas y a 68 los heridos en el bombardeo israelí de Beirut

El bombardeo del viernes alcanzó unos apartamentos en el área de Dahieh, y dos edificios se han derrumbado. El objetivo del ataque era Ibrahim Akil, miembro del Consejo de la Yihad de Hizbulá, cuya muerte ha confirmado el Ejército israelí.

El Ministerio de Salud Pública libanés ha elevado este sábado a 37 la cifra de personas asesinadas en el bombardeo israelí que alcanzó el viernes un edificio residencial a las afueras de Beirut, un ataque que ha dejado heridas a 68 personas.

El Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública, afiliado al Ministerio de Salud Pública, ha emitido este mediodía una nueva actualización del número de víctimas mortales en el ataque aéreo israelí contra un edificio del Dahye, suburbio en el sur de Beirut considerado bastión del grupo chií Hizbulá.

Esta mañana, el titular del departamento gubernamental, Firas Abiad, había detallado en una rueda de prensa que tres de los entonces 31 muertos eran niños y otras siete eran mujeres, y agregó que «aún quedan restos sin identificar». Sin embargo, la cifra aumenta con el paso de las horas.

El primer ministro libanés, Nayib Mikati, ha anunciado este sábado la suspensión del viaje que tenía previsto realizar a Nueva York, donde se celebra la sesión anual de la Asamblea General de la ONU, en vista de los recientes ataques israelíes en su país. «Tenía intención de viajar a Nueva York en el marco de la intensificación de la acción diplomática libanesa durante las sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas para detener la prolongada agresión israelí contra Líbano y las masacres perpetradas por el enemigo», ha publicado en una nota oficial recogida por la agencia de noticias libanesa NNA.

«Sin embargo, a la vista de los acontecimientos relacionados con la agresión israelí, he decidido no viajar y he accedido a consultar y a coordinarme con el ministerio de Asuntos Exteriores (Abdalá Bu Habib) sobre los titulares de la acción diplomática extranjera urgente en la presente fase», ha añadido.

Viernes de terror en Beirut

El Ejército de Israel llevó a cabo este viernes lo que denominó un «bombardeo selectivo» contra la capital de Líbano, Beirut, en medio del repunte de los enfrentamientos con el partido-milicia chií Hizbulá y ante el temor de expansión del conflicto en Oriente Próximo.

Según las informaciones recogidas por la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, el bombardeo alcanzó unos apartamentos en el área de Dahieh, situada en el sur de Beirut y de mayoría chií, con gran influencia de Hizbulá.

Ambulancias de la Defensa Civil y la Cruz Roja libanesa trabajan trasladando heridos desde la zona, muchos de ellos ancianos, y los equipos de emergencias han pedido a la población que no abarrote el lugar para permitir su paso.

Por su parte, equipos de la Defensa Civil Libanesa buscan supervivientes entre los escombros de dos edificios que se han derrumbado, ha indicado esa organización en su cuenta de X.

Los servicios de emergencia libaneses en Beirut. Foto: EFE

Según han confirmado fuentes de Defensa a la prensa israelí, el objetivo del ataque era Ibrahim Akil, sobre el que pesaba una recompensa de siete millones de dólares por parte de Estados Unidos. El Ejército sionista ha confirmado la muerte de Akil.

Akil, alias Tahsin, era un miembro del Consejo de la Yihad de Hizbulá, el principal organismo militar del grupo. El hombre fue parte de la Organización de la Yihad Islámica, que reivindicó los atentados contra la Embajada de Estados Unidos en Beirut en 1983 y una toma de rehenes en esa misma década.

«Nuestros objetivos son claros y nuestras acciones hablan por sí solas», ha dicho el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una declaración poco después de que el Ejército israelí confirmase la muerte de Akil.

El 30 de julio Israel ya atacó Beirut, cuando mató a un comandante de Hizbulá identificado como Fuad Sukur –operación que se saldó también con el asesinato de un asesor iraní y cinco civiles, incluidos dos niños–, un día antes del asesinato en la capital de Irán, Teherán, del líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, operación también achacada a las autoridades israelíes.

El bombardeo llega además en medio del drástico repunte de las tensiones tras dos días de explosiones coordinadas de dispositivos de comunicaciones –el 17 y el 18 de septiembre–, ataques supuestamente realizados por Israel y que han dejado cerca de 40 muertos y unos 3000 heridos, según el último balance facilitado por las autoridades libanesas.

El ministro de Salud Pública ha explicado que desde el martes, los hospitales han llevado a cabo más de 2.000 cirugías entre los heridos por la oleada de explosiones simultáneas en miles de buscapersonas y walkie talkies en manos de integrantes de Hizbulá, aliado de Irán.

El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha instado a las partes en Oriente Próximo a reducir las tensiones y a ejercer la máxima moderación tras este último ataque israelí.

«Instamos a las partes a regresar inmediatamente al cese de hostilidades y a implementar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad. La región está al borde de una catástrofe», ha señalado en rueda de prensa. Asimismo, ha exhortado a «hacer todos los esfuerzos posibles» para volver a la senda diplomática.