Durante una reunión treinta minutos en el corazón de DC, Luis Caputo cerró con el Banco Mundial (BM) una línea de préstamo de 2.000 millones de dólares que serán destinados a proyectos sociales. El titular del Palacio de Hacienda se entrevistó con Anna Bjerde -directora gerente de Operaciones del BM- al comienzo de su segunda jornada en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI), y a continuación se dirigió a la sede del Council on Foreign Relations (CFR) para explicar los objetivos económicos y políticos del gobierno de Javier Milei.
“Muy buena reunión con Luis Caputo. El Banco Mundial está listo para acompañar a la Argentina con más de US$ 2000 millones en nuevos préstamos en las áreas de protección social y educación y en apoyar a los más pobres en su acceso al transporte y la energía”, posteó Felipe Jaramillo -vicepresidente para América Latina y el Caribe del BM-, en su cuenta oficial de X.
El Banco Mundial ya tiene un programa de 24 proyectos por 7.580 millones de dólares, y este acuerdo cerrado por Caputo implica que las iniciativas de Argentina con el organismo multilateral sumarán 26 en total por un monto cercano a los 10.000 millones de dólares.
Cuando terminó la reunión en el Banco Mundial, Caputo y su equipo fueron al Council on Foreign Relations (CFR) para explicar la agenda política y económica de Milei. Junto al titular del Palacio de Hacienda se alinearon Pablo Quirno -secretario de Hacienda- y Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central, que fueron recibidos en la entrada de este think tank muy influyente en la política exterior de Estados Unidos.
En el salón del CFR se habían reunido 40 invitados especiales que escucharon un interesante diálogo entre Caputo y Heidi Crebo-Rediker, que hizo las preguntas formales. Crebo-Rediker es experta en Geoeconomía, pasó muchos años en el Departamento de Estados y es amiga personal de Joe Biden y Kamala Harris.
Caputo aseguró que la apertura del cepo aún no tiene fecha, rescató la gestión económica a partir de la herencia recibida de la gestión de Alberto Fernández y ratificó el alineamiento de la administración Milei con la agenda geopolítica de la Casa Blanca.
Además de los encuentros en el Banco Mundial y el Consejo de Relaciones Exteriores, Caputo y su equipo preparan las reuniones con el staff del FMI y la directora gerente Kristalina Georgieva. Todavía no hay día y hora para el cónclave entre Caputo y Georgieva, pero es considerado clave por la agenda pendiente entre el Fondo y la Argentina.
Es muy probable que haya una reunión reservada con Luis Cubbedu -a cargo del Caso Argentino-, y está prácticamente descartado que haya un contacto con Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental, que fue desplazado de su agenda natural por presión de Milei.
Milei y Caputo quieren un nuevo programa con el FMI, pero rechazan una devaluación del tipo de cambio para converger hacia la apertura del cepo financiero. Y a diferencia de otras oportunidades, Argentina tiene distintas opciones para fortalecer las reservas y abrir el cepo en sintonía con la agenda política diseñada en Balcarce 50.
El actual programa -iniciado como Stand-By con Mauricio Macri y transformado en Facilidades Extendidas con Alberto Fernández- concluye en 2024. A partir de 2025, Argentina enfrentará solo intereses, y desde 2026 habrá que iniciar la cancelación de la deuda de capital, que para ese año sería de un pago por 1.200 millones de dólares.
Caputo debe cerrar con el staff del FMI cómo serán los desembolsos por las dos última revisiones que todavía están pendientes. En Washington aseguran que se sumarán los desembolsos -un poco más de mil millones de dólares-, y que esa decisión final del board será comunicada antes que concluya noviembre.