La referente del Programa de Epilepsia y enfermedades extrapiramidales de la provincia, doctora Andrea Natalia Arcos
En el marco de esta fecha conmemorativa a nivel internacional, la doctora Andrea Natalia Arcos, se refirió al objetivo principal que es la concientización y prevención de esta patología: «El 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson para concientizar a la población sobre la importancia de esta enfermedad neurodegenerativa que va en progreso y genera importantes dificultades motoras en los pacientes. Hay que evitar estigmatizarla y acompañar a ese paciente para que lleve una vida lo más normal posible».
«Esta patología se puede presentar en distintas etapas de la vida; sin embargo, es mucho más frecuente en adultos mayores, siendo la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente; no obstante también hay casos que se da en pacientes más jóvenes», indicó la médica especialista. Además, resaltó la esperanza que brinda los avances científicos: «Los tratamientos con medicamentos y, en algunos casos, las cirugías ha llevado a que mejore la calidad de vida de estos pacientes».
La referente provincial descartó que haya una causa única y completamente comprobada, diversos estudios de investigación afirman que probablemente puede ser multifactorial: «Hay muchos factores que participan en la etiopatogenia, pero no está definido exclusivamente, ya que hay factores genéticos, ambientales y de otra índole. A pesar de que no está comprobado, se sabe que hay una carga genética, especialmente en aquellas personas en las que se les presenta durante la juventud».
El diagnóstico a tiempo amplía las posibilidades de un tratamiento efectivo
Arcos indicó que detectar a tiempo algunos síntomas específicos del Parkinson es crucial para hacer la consulta oportuna: «En todos los pacientes con Parkinson hay una clínica predominante que se basa en signos como el temblor en reposo y asimétrico; en la bradicinesia, que es la lentitud en los movimientos; rigidez que es más difícil de detectarla, pero incapacita al paciente; y alteraciones en la marcha y el equilibrio. Esas combinaciones se pueden presentar en distintas formas en cada paciente».
«Si bien es una enfermedad que no tiene cura y es progresiva, se puede mejorar la calidad de vida del paciente enfocándonos en la clínica, percibiendo aquellos signos desde el primer momento para no perder tiempo de posibilidades terapéuticas, evitar diagnósticos erróneos y recurrir al especialista para que se trate a tiempo, para que a través de exámenes complementarios se descarten otras enfermedades que pueden simular la enfermedad de Parkinson».
Finalmente, señaló que desde el Ministerio de Salud Pública se brindan respuestas y acompañamiento para quienes ya tienen un diagnóstico: «El Programa de Enfermedades Extrapiramidales de la Provincia que se encarga de inscribir a todos los pacientes que fueron evaluados por los especialistas en el programa, con el fin de aportarles la medicación necesaria en lugares de atención cercanos a su domicilio. El programa lleva vigente más de cinco años, en donde todos los pacientes sin obra social pueden recurrir al tratamiento con la medicación indicada».