Hoy, 20 de mayo, se celebra el Día Mundial de las Abejas, una fecha instaurada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2017 para crear conciencia sobre la importancia de estos insectos polinizadores para la salud de nuestro planeta y la seguridad alimentaria.
Las abejas: los beneficios de sus productos
Las abejas son los polinizadores más importantes del planeta, responsables de la reproducción de alrededor del 80% de las plantas con flores, incluyendo una gran variedad de cultivos alimentarios. Su incansable labor de transportar el polen de una flor a otra garantiza la diversidad de plantas en los ecosistemas y asegura la producción de frutos, verduras y semillas, esenciales para la nutrición humana.
Pero más allá de su rol central en la polinización, también nos brindan una gran variedad de productos, que no solo son deliciosos sino que también tienen propiedades beneficiosas para la salud. La miel, por ejemplo, es un alimento energético y nutritivo con antioxidantes, vitaminas y minerales.
Pero hay otros también muy conocidos igual de beneficiosos para nuestra salud. La jalea real, por su parte, es conocida por sus propiedades rejuvenecedoras y estimulantes del sistema inmunológico. El polen, rico en proteínas y aminoácidos, es un complemento ideal para deportistas y personas que buscan mejorar su rendimiento físico. La cera de abejas, con sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas, se utiliza en la elaboración de cosméticos y productos farmacéuticos.
Los peligros de ser una abeja
Lamentablemente, las abejas enfrentan a una serie de amenazas que ponen en peligro su supervivencia. La pérdida de su hábitat natural, causada por la deforestación, la expansión urbana y el uso de monocultivos, están entre los principales factores que afectan a las poblaciones de abejas.
Algunas prácticas agrícolas intensivas, que dependen en gran medida del uso de pesticidas, también tienen un impacto negativo en estos insectos. Los cambios en los patrones climáticos, como el aumento de las temperaturas y las sequías, contribuyen a su vez a la disminución de las poblaciones de abejas.
¿Cómo podemos ayudarlas desde casa?
Es hora de devolverles a las abejas su generosidad con los productos que ellas nos aportan. Todos podemos contribuir a su supervivencia con gestos muy simples:
Informarse: Aprender sobre las abejas y su importancia para el ecosistema. Existen numerosos recursos disponibles en línea, en bibliotecas y en centros educativos.
Consumir productos locales: Apoyar a los apicultores locales comprando miel y otros productos de la colmena. Esto no solo ayuda a las abejas, sino que también garantiza la calidad y frescura de los productos.
Evitar pesticidas: Optar por métodos naturales para el control de plagas en nuestros jardines. Los pesticidas son altamente tóxicos para las abejas y otros insectos beneficiosos.
Plantar flores: Cultivar flores autóctonas que atraigan a las abejas. Las flores ricas en néctar y polen son esenciales para la alimentación de estos insectos.
Exigir acciones: Solicitar a las autoridades gubernamentales el uso de plantas autóctonas y la reducción del uso de pesticidas en espacios públicos. Es importante que las políticas públicas promuevan la protección de las abejas y de la biodiversidad.
Crear hoteles para abejas: Estos refugios artificiales pueden proporcionar un hogar seguro a las abejas solitarias, que son una parte importante del ecosistema.
Apoyar a organizaciones conservacionistas: Existen numerosas organizaciones que trabajan para proteger a las abejas y a otros polinizadores. Donar o participar en sus actividades puede ser una forma efectiva de contribuir a la causa.
Que este Día Mundial de las Abejas sea un recordatorio de que debemos trabajar juntos para proteger a estos insectos esenciales y garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta. Juntos, podemos crear un mundo donde las abejas prosperen, donde la biodiversidad florezca y donde la vida en la Tierra continúe su dulce zumbido.