Cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Bullying, una fecha instaurada para crear conciencia sobre este problema que afecta a millones de niños en todo el mundo. El objetivo principal es sensibilizar a la comunidad educativa, padres y autoridades sobre la importancia de prevenir y combatir este tipo de violencia.
¿A qué se denomina «bullying»?
El bullying o acoso escolar se define como un comportamiento agresivo, repetitivo y con intención de causar daño, por parte de un individuo o un grupo hacia una o más personas semejantes. Este tipo de violencia puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo:
Agresiones físicas: Golpes, empujones, patadas o pellizcos.
Agresiones verbales: Insultos, burlas, amenazas o humillaciones.
Agresiones sociales: Exclusión, aislamiento, rumores o chismes.
Ciberbullying: Acoso a través de redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos.
Las víctimas del bullying no solo sufren las agresiones en el momento, sino que también cargan con las secuelas a largo plazo. Pueden sufrir graves consecuencias físicas, emocionales y psicológicas, como:
Baja autoestima: Sentimientos de inferioridad, vergüenza e inutilidad.
Depresión: Tristeza profunda, desánimo y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
Ansiedad: Nerviosismo, miedo excesivo e incapacidad para controlar las emociones.
Problemas de aprendizaje: Dificultades para concentrarse en clase y bajo rendimiento académico.
Aislamiento social: Dificultad para formar y mantener relaciones con sus pares.
Ideas suicidas: En casos extremos, el bullying puede incluso conducir a pensamientos recurrentes sobre la muerte y el deseo de acabar con el sufrimiento.
Es fundamental recordar que el bullying no es «cosa de chicos», como erróneamente se suele creer. Las víctimas de acoso escolar cargan con el trauma durante toda su vida, lo que les dificulta establecer relaciones sanas y tener un desarrollo personal pleno.
Argentina, 5° lugar en casos de bullying mundiales
Un estudio realizado por la ONG Internacional «Bullying Sin Fronteras» entre 2022 y 2023 a lo largo de diversos continentes reveló cifras muy preocupantes: los casos de bullying siguen aumentando a nivel mundial, en los que 7 de cada 10 niños sufre alguna clase de acoso escolar o cyberacoso. «El bullying o acoso escolar y el ciberbullying son causantes directos de más de 200 mil muertes, ya sea por homicidio o por inducción al suicidio cada año. Es decir se lleva la vida de cientos de miles de niños y jóvenes en todas partes del mundo«, afirma el estudio.
Argentina está entre los 30 países a nivel mundial donde el bullying alcanzó una fuerte crecida en el último tiempo, colocándose en el preocupante quinto puesto con 50.250 casos denunciados (detrás de México, Estados Unidos, España y Brasil). En contraste, la última medición realizada entre 2020 y 2021, registró un total de 14.800 casos, lo cual refleja un explosivo aumento del acoso escolar.
Pero, según el Dr. Javier Miglino, Director Mundial de Bullying Sin Fronteras, es probable que semejante salto en las cifras se deba a que la Argentina le empezó a perder el miedo al bullying y se está animando a colaborar para ponerle freno.
Miglino también señala que en el caso de Argentina se da una diferencia particular entre los varones y las mujeres: entre los chicos, el pobre rendimiento en las actividades deportivas es motivo de bullying, ya que los acosadores suelen tolerar menos al que no juega bien algún deporte que al que tiene buenas notas o destaca dentro del aula. Y en el caso de las chicas, el acoso va dirigido a la que se vista, se peine o hasta camine «mal». Esto se debe a que ellas intentan imitar el perfil que venden las ‘influencers’, de mujeres bellas y poderosas, lo cual a su vez puede derivar en problemas de salud física o mental.
¿Cómo puedo ayudar?
Si sos víctima de bullying:
No te calles. Hablá con tus padres, profesores, un adulto de confianza o llamá a la Línea «Convivencia Escolar» al 0800-222-1197.
Guardá pruebas del acoso, como mensajes, fotos o videos.
No te aísles. Buscá apoyo en tus amigos, familiares o grupos de apoyo.
Recordá que no estás solo. Hay muchas personas que pueden ayudarte.
¡No seas cómplice del bullying! Si sos testigo de un caso de bullying, es importante que lo denuncies a un adulto de confianza, como un docente, un director o un familiar. También podés brindar apoyo a la víctima, escuchándola con empatía y haciéndola sentir valorada.
Combatir el bullying requiere un esfuerzo conjunto de toda la sociedad. Tanto padres como educadores, autoridades y la comunidad en general tienen que trabajar juntos para crear un entorno seguro y libre de acoso. Juntos podemos erradicar el bullying y construir una sociedad más armoniosa y respetuosa para todos.