El sindicato lechero ATILRA suma otra denuncia al largo conflicto que mantiene con la cooperativa SanCor por las deudas salariales que mantiene la empresa. Ahora la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina denunció que la firma desvía fondos a Cuba como mecanismo de vaciamiento.
ATILRA y los trabajadores de SanCor difundieron la información a través de una solicitada, en la que denuncian que la cooperativa «viene realizando maniobras de desvío de flujos de caja, con el objeto de ocultar los activos dinerarios a los acreedores de la empresa«.
«Entre esas deudas se destacan créditos por varios miles de millones de pesos a favor de los trabajadores originada en falta de pago de salarios y a la entidad sindical, por aportes y contribuciones retenidos pero no depositados al sistema de salud«, remarcan en el texto titulado ‘No al vaciamiento y a la complicidad‘.
La denuncia advierte a las autoridades nacionales y provinciales de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires y a la población en general, que también resultan «perjudicados los proveedores de energía, el fisco tanto nacional como provinciales y la Seguridad Social de la Nación«.
Además, señalan: «Hemos instado todas las acciones administrativas y estamos instando las judiciales«.
Y lanzan una advertencia «a las autoridades de SanCor y a aquellas empresas y entidades financieras que se presten a facilitar de cualquier modo, mediante actos jurídicos simulados y cesiones de créditos y facturas, el desvío natural de toda empresa de vender, facturar y cobrar documentada y bancariamente«.
La denuncia sindical afirma que este desvío de fondos «solo tiene como finalidad ocultar activos dinerarios, en fraude a los acreedores«. Y destaca entre las maniobras, «la intermediación y triangulación que realiza SanCor con sus exportaciones a Cuba, ignorándose el modo de cobranza de las mismas«.
Atilra, la triangulación y Cuba
Los denunciantes especialmente solicitan que se investiguen «eventuales maniobras de triangulación en las ventas de leche que Sancor viene desde hace tiempo realizando a la República de Cuba, por dónde y hacia dónde va el dinero que Cuba le paga a SanCor«.
Según el gremio, la empresa no lleva a cabo el «giro normal y transparente» de dichos ingresos de la manera que debería ser propia «de una actuación comercial honesta«.
«Las denuncias se encuentran en marcha y aportaremos toda la información con la que contamos y que aquellos que resulten autores, coautores, cómplices y/o encubridores de estas maniobras serán denunciados en la justicia«, indica la solicitada.
Según publica el sitio ‘Bichos de Campo’, el texto habla de una «denuncia«, pero «no tiene curso judicial alguno, al menos conocido por ahora, al igual que en todo el resto de enunciaciones que se vienen haciendo en los más de cinco meses de bloqueos que el gremio desarrolla».
SanCor desmiente
Por su parte, según dijeron fuentes ligadas a SanCor al sitio mencionado, «es un completo disparate el planteo que hace el gremio«.
Ciertamente hay negocios que sigue sosteniendo la láctea en el mercado interno y en el externo, para poder pagar los salarios y los compromisos asumidos. En ese sentido explicaron que esas ventas a Cuba no se hacen de manera directa, sino como tantas otras empresas a través de traders, empresas que compran productos y los revenden.
De esa manera es que llega leche en polvo con marca SanCor a la isla, donde la situación económica y social escala a niveles de conflicto en los últimos días.
El pago de esta transacción, se explicó además, se hizo de forma adelantada para evitar situaciones de corte de flujos económicos como se diera hace años atrás con Venezuela, que sigue manteniendo un pasivo de más de 19 millones de dólares con la láctea argentina.
Javier Milei le abre las puertas a la leche uruguaya
Y mientras SanCor padece la confrontación con Atilra, el gobierno de Javier Milei decidió flexibilizar las importaciones de productos lácteos desde Uruguay.
Concretamente, a través de la Resolución A 7980, el Banco Central de Argentina anunció la exención del IVA para las compras de varios productos incluidos en la canasta básica de consumo, entre los que se encuentran los lácteos y sus derivados.
De esta manera, la principal empresa uruguaya en este rubro, Conaprole, podría capitalizar esta medida, ya que, según informó el diario ‘Ambito Financiero’, en 2023 se ubicó entre las 5 compañías más exportadoras del vecino país, al totalizar más de 600 millones de dólares en ventas al exterior.
«Durante el año pasado, exportó más de 170.000 toneladas de productos a más de 60 destinos y se consolidó como la principal empresa exportadora láctea de Latinoamérica y número uno en exportaciones de Uruguay», informaba el mismo medio el mes pasado.
Agregó que la empresa exportó el 75% de la leche procesada y, a su vez, alcanzó el 6% del market share en el segmento leche en polvo a nivel mundial, llegando a destinos como Brasil, Argelia, China, Rusia y México. La empresa cuenta con 8 plantas procesadoras y líneas de productos que abarcan leches, yogures, mantecas, dulce de leche, jugos, postres, cremas, quesos, helados, congelados e ingredientes lácteos en polvo.
Así, seguramente, la compañía «celeste» podrá abastecer a un mercado que hoy ve en uno de sus principales jugadores la amenaza de un sindicato que busca «fundir la empresa«, según expresó la diputada santafesina y presidenta del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos, Verónica Razzini, quien llegó a calificar a Atilra como una «mafia»:
«Querían conformar un fideicomiso para formar parte de la Comisión Directiva, pero se terminó descubriendo que ese fideicomiso no tenía mucha razón de ser y que iban a despedir a más de la mitad del personal«, señaló y agregó que Atilra «solo quería quedarse con un crédito nacional, que después naufragó y eso despertó los bloqueos para intentar comprar la fábrica por tres pesos«.
A la vez, Verónica Razzini y otros dos legisladores nacionales del PRO de Santa Fe, Alejandro Bongiovanni y Gabriel Chumpitaz, fueron denunciados, tras una visita a la sede central de SanCor por «amenazar y agredir a los trabajadores en conflicto calificándolos de «delincuentes» y afirmando que «no van a parar hasta verlos en la cárcel»«.