La Defensa Civil libanesa cifra en 66 los heridos del ataque y hay 11 personas desaparecidas. El bombardeo del viernes alcanzó unos apartamentos en el área de Dahieh. El objetivo del ataque era Ibrahim Akil, miembro del Consejo de la Yihad de Hizbulá, cuya muerte ha confirmado el Ejército israelí.
El balance de víctimas mortales a causa del bombardeo ejecutado el viernes por el Ejército de Israel contra el sur de la capital de Líbano, Beirut, ha ascendido a 50, según han confirmado este domingo los equipos de rescate, que han afirmado que los trabajos de búsqueda y rescate continúan en la zona.
La Defensa Civil de Líbano ha indicado que, además de los 50 fallecidos, el ataque causó 66 heridos, mientras que otras once personas siguen desaparecidas, por lo que se teme que la cifra de muertos aumente en las próximas horas, según ha recogido el diario libanés ‘L’Orient-Le Jour’.
Horas antes, el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés había indicado que los equipos de rescate habían hallado 45 cadáveres en el lugar bombardeado y agregó que se siguen retirando escombros en la zona, tal y como ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
Las autoridades libanesas especificaron el sábado que entre los muertos había al menos tres niños, al tiempo que cifró en cerca de 40 los muertos, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del principal organismo militar del partido-milicia chií Hizbulá que fue identificado por Israel como objetivo del bombardeo.
Akil estaba reunido con altos mandos de la Fuerza Raduán bajo un edificio residencial de un barrio en el sur de Beirut cuando se produjo el ataque, en el que, según la versión israelí, murieron otros 15 comandantes de Hizbulá, incluido Ahmed Wahbi, responsable de entrenamiento del grupo.
El bombardeo tuvo lugar días después de una oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación supuestamente por Israel, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3000 heridos. Gran parte de la comunidad internacional, incluida Naciones Unidas, ha mostrado su preocupación por este suceso debido a lo indiscriminado del ataque.
El repunte de los enfrentamientos entre Israel y Hizbulá -un grupo apoyado por Irán que cuenta con un importante peso militar y político en Líbano- han hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó la semana pasada a Estados Unidos sus «planes operativos» respecto a Líbano.