Tras semanas de estancamiento y de tensión en Medio Oriente, existe un leve entusiasmo por las negociaciones sobre el acuerdo en Gaza que se reanimaron luego de la presentación de las últimas enmiendas al actual acuerdo por parte de Hamas.
Según The Times Of Israel, el estado judío la habría recibido con cierta aprobación y envió una delegación liderada por el jefe del Mossad, David Barnea, a Doha para renovar las conversaciones.
Este viernes (5/07) Barnea se reunirá con el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, para tratar de desarrollar la propuesta actualizada de alto el fuego de los rehenes que Hamas presentó el miércoles.
Optimismo
Altos funcionarios israelíes, incluido el ministro de Defensa, Yoav Gallant, han expresado optimismo sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo durante el último día. Gallant expresó a las familias de los rehenes que el “acuerdo está más cerca que nunca” tras nueves meses de guerra.
“Hace un mes estaba pesimista sobre nuestras posibilidades de alcanzar un acuerdo en un futuro próximo. Uno de mis principales objetivos en todas mis reuniones en Estados Unidos era presionar a Hamás para que llegara a un acuerdo con la certeza de que no iba a haber un acuerdo mejor. Hoy, y lo digo con cautela, estamos más cerca que nunca”, citó The Jerusalem Post.
Ynet citó a funcionarios de seguridad que sugieren que el propio Netanyahu está a favor de un acuerdo, pero le preocupa que sus socios extrema derecha, incluido el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich y el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, que puedan intentar torpedear cualquier acuerdo. De hecho ya amenazaron otra vez con la salida de su partido del gobierno.
Según una fuente anónima que habló con Reuters, la última propuesta de Hamas ofrece un ajuste bastante significativo lo que da reales posibilidades de cerrar el acuerdo. “Aunque las cláusulas no son fáciles, no deberían echar por tierra el acuerdo”, advirtió.
La versión actual del acuerdo en juego se basa en una propuesta hecha pública a fines de mayo en un discurso de Biden, construida sobre un esquema israelí a largo plazo de tres etapas que en última instancia conduciría al fin de la guerra y la liberación de todos los rehenes.
1era fase: intercambio inicial de ancianos, enfermos o mujeres como rehenes por detenidos palestinos retenidos por Israel en el curso de un alto el fuego inicial de seis semanas.
2da fase: se produciría la liberación de más rehenes, el establecimiento de un alto el fuego permanente y una retirada total de Israel.
3era fase: incluiría la liberación de los cuerpos de los rehenes y acuerdos sobre la reconstrucción de Gaza. También se espera que Israel, como parte del acuerdo, libere a un gran número de prisioneros de seguridad palestinos, incluidos muchos que cumplen cadena perpetua por delitos terroristas.
Hamás ha acogido con satisfacción la propuesta de cese de fuego, pero insiste en que cualquier acuerdo debe garantizar el fin de la guerra, una exigencia que Israel aún rechaza.
El principal problema es ese: Hamás exige una garantía israelí de antemano de que aceptará un alto el fuego permanente.
Por su parte, Israel no pondrá fin a la guerra antes de que logre su objetivo de desmantelar las capacidades militares y de gobierno de Hamás en la Franja de Gaza y recuperar la sensación de seguridad en toda Israel.
Uno de los puntos de mayor discordia era que la propuesta otorga el derecho a Israelde reanudar los combates si considera que el grupo terrorista no está cumpliendo sus compromisos.
Hamas-Hezbollah
Mientras que siguen las negociaciones en Doha, el jefe del Hezbolá del Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah, se reunió con una delegación de Hamas encabezada por el jefe adjunto del grupo en Gaza, Khalil Al-Hayya, para discutir la situación en Gaza y las últimas conversaciones de alto el fuego. Según Arab News, Nasrallah dio la bienvenida a la medida.
El secretario general adjunto de Hezbolá, Naim Qassem expresó que “Hamás no se detendrá si Israel no se detiene, y el resultado más probable para el fin de la guerra es mediante un acuerdo, especialmente debido a la agitación dentro de Israel”.
En ese sentido, un funcionario de Hezbolá dijo a Reuters “Si hay un acuerdo en Gaza, entonces a partir de la hora cero habrá un alto el fuego en el Líbano”.
Es que Israel debe esforzarse por lograr una solución en el norte, aunque sea temporal, que permita el regreso de los residentes a sus hogares antes del 1 de septiembre y, si no recuperar hectáreas carbonizadas por los incendios productos de coches de Hezbollah.
Luego debería construir una alianza regional y global contra Irán normalizando relaciones con los saudíes.
El presidente de la Universidad Reichman, Boaz Ganor priorizó certeramente los peligros de Israel: “Hamás es una amenaza táctica, Hezbolá es una amenaza estratégica e Irán es una amenaza existencial”.