Las primeras informaciones apuntan a que Israel podría haber manipulado estos dispositivos y, de forma remota, habría logrado que explotasen.
Al menos doce personas han muerto y unas 1800 han resultado heridas por la explosión aparentemente coordinada de cientos de dispositivos buscapersonas del partido-milicia chií Hizbulá en Líbano y Siria, en un ataque sin precedentes que fuentes libanesas ya han atribuido a Israel.